jueves, 28 de junio de 2007

¿Algún día encontraré a Anthony Kiedis en algún metro?

Viajar en metro es … INEFABLE … imposible no tomar una postura, o lo odias o lo amas.

Puntos a favor: Es rápido, recorre grandes distancias en relativamente poco tiempo y es barato; es más cuando no hay gente hasta resulta bonito e inspirador.

Puntos en contra: Cuando esta lleno te aplastan, terminas siendo un bombón derretido que se funde con la masa, las personas no son amables, es más sé de alguien que por los apretujones se rompió 2 costillas... Sostengo la teoría, que algunas personas transforman su identidad al sumergirse en el subsuelo, se ven afectadas por verse inmersas en grandes cantidades de personas caminando hacia el mismo o distintos sentidos.

Y si son chicas o chicos… aguas con la parte en la que sólo dejan pasar mujeres, yo sólo les advierto…. AGUAS , MUCHACHOS¡¡¡

De todas formas, lo especial del metro es que en un vagón, puedes encontrar a las personas más peculiares y comunes de todo el país.

¿Algún día encontraré a Anthony Kiedis?

Un día iba tarareando uno de esos remixes de los 80’s que arman los vendedores de éxitos en MP3 dentro de un vagón, y ZAZ … Me hallo con un hombre vestido de una forma bastante peculiar auto proclamándose: el salvado del mundo WOWOWOW y he de aclarar que éste no se parecía ni a AMLO ni a Jesús…

También encontré a un probable secuestrador de niñas faldas verdes y a un comprador ambulante de boletos de Interpol (el cuál siempre lucia bastante desilusionado por no haber encontrado asiento vacio dentro del vagón). Es más un día hasta me encontré a Chio, la integrante de Austin, sólo que esta vez iba sin orejan ni disfraz, sólo ella, no pregunten como fue que la reconocí…

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